Ante la falta de promoción de entornos que faciliten el bienestar biopsicosocial se puede caer en la violencia, sumisión, comportamientos de riesgo en los consumos de sustancias, prácticas sexuales, pensamientos o actos suicidas u homicidas, problemas conductuales nutricionales, entre otros. Los cuales no son propios de la adolescencia pero ante la falta de espacios de protección, promoción y reflexión se vuelven parte de ella.