Aparece cuando el bebé siente un roce en la planta de sus pies. Entonces, recoge los dedos hacia abajo, flexionándolos, como hacen los primates para agarrarse. Concretamente, éste es el reflejo que más tiempo permanece, hasta el año de vida. Reflejo de Arrastre. Al colocar al bebé boca abajo, intentará mover sus piernas para avanzar gateando. Lo podrás ver mejor si colocas tus pulgares bajo sus pies. Le servirán de apoyo. Este reflejo desparece a los tres meses de vida.
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