1. Fidelidad a la realidad: Se eliminan los aspectos imaginativos que se alejan de lo real. Se ofrece un retrato exhaustivo de lo que se observa, renunciando a aquellos elementos de tipo fantástico. En el texto de Galdós, el autor describe con rigor lo que hacen, dicen y piensan sus personajes.
2. Personajes: El novelista siente un gran interés por la psicología de los personajes y analiza la influencia del entorno en sus comportamientos. Los personajes descritos pertenecen, fundamentalmente, a la burguesía y a la clase obrera. En el fragmento, la protagonista Isidora, una mujer desgraciada que ha perdido todo su dinero, habla con su padrino, un hombre de clase acomodada.
3. Narrador: Normalmente, es omnisciente, es decir, conoce y narra los pensamientos de los personajes, así como los acontecimientos que los circundan.
4. Estilo: El afán descriptivo y el interés por el detalle de los escritores realistas y naturalistas se traducen en un abundante uso de la adjetivación, en un vocabulario riguroso y rico, y en oraciones largas con minuciosas descripciones.
5. Diálogos: Cada personaje emplea el registro lingüístico propio de su condición social. Los diálogos sirven para caracterizar a los personajes. En ellos se encuentran giros del lenguaje, expresiones vulgares y construcciones propias de la época
6. Escenarios y ambientes: La novela realista ofrece una descripción detallada y rigurosa del lugar donde suceden los hechos: ambientes refinados y elegantes para la burguesía; zonas industriales y barrios marginales para la clase obrera. La novela naturalista, en cambio, opta por la descripción de los ambientes más miserables de la ciudad.