Algunos grupos de olmecas que migraron de la zona mesoamericana del Golfo de México se establecieron en el Altiplano Central. Cuando esos grupos se encontraron con los pueblos que habitaban esta región, se mezclaron culturalmente y dieron origen a otras culturas, entre ellas la Cultura Teotihuacana.
Debido a los abundantes recursos naturales que había en la zona, su ubicación geográfica y su constante intercambio comercial, la ciudad de Teotihuacan creció con el tiempo; se convirtió en una ciudad muy poblada, de entre 125 mil a 250 mil habitantes. Fue muy influyente en la economía, la política, la arquitectura y el arte de toda Mesoamérica.