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LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN - Coggle Diagram
LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN
LA EXPERIENCIA DE LA SALVACIÓN
Por medio del Espíritu nacemos de nuevo y somos santificados; el Espíritu renueva nuestras mentes, graba la ley de amor de Dios en nuestros corazones.
nos da poder para vivir una vida santa. Al permanecer en él somos participantes de la naturaleza divina y tenemos la seguridad de la salvación ahora y en ocasión del juicio
Por medio del Espíritu nacemos de nuevo y somos santificados; el Espíritu renueva nuestras mentes, graba la ley de amor de Dios.
en nuestros corazones y nos da poder para vivir una vida santa.
Mediante Cristo somos justificados, adoptados
como hijos e hijas de Dios y librados del dominio del pecado.
Esta fe que acepta la salvación nos llega por medio del poder divino de la Palabra y es un don de la gracia de Dios.
Guiados por el Espíritu Santo sentimos nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos arrepentimos de nuestras transgresiones.
y ejercemos fe en Jesús como Señor y Cristo
Con amor y misericordia infinitos Dios hizo que Cristo, que no conoció pecado, fuera hecho pecado por nosotros.
para que nosotros pudiésemos ser hechos justicia de Dios en él.
LA VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO
Cristo vino como el segundo Adán, se revistió de humanidad y decidió no usar sus poderes divinos.
al enfrentar las dificultades y las tentaciones mientras vivió aquí.
La expiación perfecta vindica la justicia de la ley de Dios y la benignidad de su carácter.
porque condena nuestro pecado y al mismo tiempo hace provisión para nuestro perdón.
Cristo invadió la fortaleza del imperio de las tinieblas y nos rescató definitivamente para su reino.
La resurrección de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y a los que aceptan la expiación les asegura la victoria final sobre el pecado y la muerte.
La muerte de Cristo es vicaria y expiatoria, reconciliadora y transformadora.
Los que por fe acepten esta expiación puedan tener acceso a la vida eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito y santo amor del Creador.
Mediante la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, sus sufrimientos, su muerte y su resurrección.
Dios proveyó el único medio válido para expiar el pecado de la humanidad
Dios envío a Jesús, su Hijo, para vivir la vida perfecta que nosotros no podíamos y para morir la muerte que nos merecíamos.
Cuando aceptamos el sacrificio de Cristo, tenemos acceso a la vida eterna.
El GRAN CONFLICTO
La humanidad entera se encuentra envuelta en un conflicto de proporciones extraordinarias.
Entre Cristo y Satanás en torno al carácter de Dios, su ley y su soberanía sobre el universo.
Este conflicto se originó en el cielo cuando un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a sí mismo y se convirtió en Satanás.
Aunque es más visible en el Nuevo Testamento, también aparece en el Antiguo Testamento.
El adversario de Dios, e instigó a rebelarse a una porción de las ángeles. El introdujo el espíritu de rebelión en este mundo cuando indujo a pecar a Adán y a Eva.
El Gran Conflicto es un eje que nos ayuda a entender mejor “el mensaje total” de la Biblia; en especial, el plan de salvación.
El pecado produjo como resultado la distorsión de la imagen de Dios en la humanidad.
El trastorno del mundo creado y posteriormente su completa devastación en ocasión del diluvio universal.
Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado.
Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado.
Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al Espíritu Santo y los ángeles leales para guiarlo, protegerlo y sostenerlo en el camino de la salvación.
CRECIENDO EN CRISTO
Somos librados de la carga de nuestros actos pasados. Ya no vivimos en la oscuridad, el temor a los poderes malignos.
la ignorancia ni la falta de sentido de nuestra antigua manera de vivir.
Al darnos en servicio amante a quienes nos rodean y al testificar de la salvación, la presencia constante de Jesús.
por medio del Espíritu transforma cada momento y cada tarea en una experiencia espiritual.
En esta nueva libertad en Jesús, somos invitados a desarrollarnos en semejanza a su carácter, en comunión diaria con él por medio de la oración.
alimentándonos con su Palabra meditando en ella y en su providencia, cantando alabanzas a él.
El Espíritu Santo ahora mora dentro de nosotros y nos da poder.
Al estar continuamente comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor
La victoria de Jesús nos da la victoria sobre que todavía buscan controlarnos.
y nos permite andar con él en paz, gozo y la certeza de su amor.
Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal por su muerte en la cruz. Quien subyugó los espíritus demoníacos.
durante su ministerio terrenal, quebrantó su poder y aseguró su destrucción definitiva.