Tanto la divulgación como la difusión de la ciencia son un acto de comunicación. La comunicación, por su parte, es un proceso en el que intervienen un emisor, un mensaje, un receptor, un medio (el canal en el cual se transmite el mensaje), y un contexto (Tappan y Alboukrek, 1992). Para Luis Estrada (1981), estos dos discursos de comunicación plantean la figura de un emisor poseedor de un saber que dirige una información a un público que busca entender. Sin embargo, respecto a la difusión es necesario delimitar este término y diferenciarlo del de divulgación de la ciencia.