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TEMPERAMENTO, PERSONALIDAD, EL DESARROLLO DEL YO, En la teoría…
TEMPERAMENTO, PERSONALIDAD, EL DESARROLLO DEL YO
La personalidad es el conjunto de pensamientos, sentimientos, actitudes y hábitos ligados a la conducta de cada individuo que persisten a lo largo del tiempo y que diferencian a un sujeto de los demás.
El temperamento es un constructo utilizado para referirse a las diferencias con una base fisiológica relacionada con la carga genética que observamos desde los primeros momentos de vida del bebé, las cuales permanecen relativamente estables en el tiempo y en diferentes contextos y tienen que ver con las reacciones y conductas que se observan en la reactividad emocional y la autorregulación.
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La personalidad se construye sobre el temperamento, el desarrollo del yo y de los rasgos de personalidad.
En la teoría psicoanalítica de Freud se menciona que la personalidad está vinculada al transcurso y progreso del desarrollo de las pulsiones. Descubrimiento de los genitales externos, complejo de Edipo y Electra. El miedo al castigo y el principio de realidad pone fin a esta fase y se pasa a la identificación con el progenitor del mismo sexo.
La teoría psicosocial de Erikson menciona que las experiencias sociales vividas son más importantes que los aspectos biológicos. De igual forma menciona que entre los 3 y 6 años se produce una tensión evolutiva de 2 polos (iniciativa y culpabilidad).
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El autoconcepto comienza a establecerse en los niños pequeños, a medida que desarrollan la conciencia de si mismos.
La autoestima es la parte evaluativa del autoconcepto, el juicio que hacen los niños acerca de su valor general.
Autonomía hace referencia a dos dimensiones, personal (seguridad en si mismo) y social (integración).
Con el desarrollo del lenguaje y la representación, las estrategias de autorregulación emocional evolucionan.
La identidad se refiere a la capacidad del yo para conservar la mismidad, sin embargo la identidad puede adaptarse hasta cierto punto a diferentes entornos.
Los niños de entre 2 a 6 años no pueden reconocer su yo real, la persona que en realidad es, no es lo mismo que su yo ideal, la persona que le gustaría ser.
Alrededor de los 5 o 6 años, los niños ascienden a los mapeos representacionales. Empieza a hacer conexiones lógicas entre un aspecto de sí mismo y otro. Sin embargo la imagen que tiene de sí mismo todavía no se expresa en términos completamente positivos de todo o nada.
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