La emoción y el comportamiento responden a funciones del hipotálamo, del sistema límbico y de la corteza prefrontal Algunos autores consideran que el hipotálamo es el integrador de la información aferente recibida de otras áreas del sistema nervioso, y que aporta la expresión física de la emoción, ya que puede producirse un incremento de la frecuencia cardíaca, elevación de la presión arterial, sequedad de boca, palidez o rubor de la piel, y sudoración La estimulación de los núcleos hipotalámicos laterales puede ocasionar síntomas y signos de ira, mientras que las lesiones de estas áreas conducen a la pasividad