La zona más golpeada fue el sur de Indonesia. A los efectos directos de la erupción (explosión, maremotos, ceniza, acidificación y contaminación de las aguas) hay que sumar la pérdida total de las cosechas y los hogares, la propagación de enfermedades, etc. En el sureste asiático el monzón se vió alterado durante tres años seguidos y, aunque no está lo suficientemente demostrado, muchos autores lo señalan como la causa principal que propició una tremenda epidemia de cólera en Bengala (India) en 1817 y que durante el siglo XIX se extendió a lo largo del globo matando a millones de personas.