El trabajo de Lipovetsky no ha dado lugar, sorprendentemente, a una discusión o estudio en profundidad de las implicaciones de las líneas argumentativas de su obra, pese al hecho de ser uno de los intelectuales más conocidos en la escena francesa actual y disponer, en el ámbito sociológico español, de una difusión mucho más potente que la de muchos otros autores, a la altura de un Bauman o un Castells.