El currículo en la sociedad del conocimiento
Evolución y actual perspectiva del currículo
En la década de los cincuenta, podía ser observado desde la evaluación o desde una acción para disciplinar la escuela
En los años setenta son perceptibles otros elementos, entre los que se destacan la cultura, las experiencias, el conocimiento y lo social.
Para Hernández (1993), la concepción curricular menos elaborada es aquella en la que se considera el currículo como un plan de estudios.
La década de los ochenta los autores retoman las concepciones de las décadas anteriores y formulan nuevas maneras de verlo. Resalta la visión pública del conocimiento, los valores y las creencias sociales.
La sociedad del
conocimiento y currículo
Monroy (2005), que indica que “nuestras sociedades […] son sociedades de la información, sociedades del aprendizaje, sociedades del conocimiento y sociedades educativas” que trabajan en red (García, 2001).
Un elemento que debe ser incorporado al currículo es el uso de los medios y las tecnologías de la información a fin de afianzar competencias que le permitan a los sujetos comunicar de manera efectiva, en otras palabras, saber decir y saber interpretar la información que tienen a su alcance.
Stiepovich (2004) encuentra que algunas de las características de la sociedad actual se resumen en: “la economía mundial, basada en conocimiento, la velocidad creciente de su recambio, la vinculación efectiva entre productores y consumidores de ese conocimiento, así como la articulación entre innovación, ciencia y tecnología”.
En la década de los noventa la producción reflexiva y crítica alrededor del currículo incluye nuevos elementos asociados al término como la interdisciplinariedad. De la misma forma, en este periodo se iniciaron los estudios sobre el currículo oculto
Cox (2001) ve al currículo desde dos puntos de vista: el primero, “planes y programas de estudio, o el conjunto de contenidos, en un sentido amplio que, organizados en una determinada secuencia, el sistema escolar se compromete a comunicar”; y el segundo,“una selección cultural con propósitos formativos, que organiza la trayectoria de alumnos y alumnas en el tiempo y que, en los contenidos, esquemas mentales, habilidades y valores que contribuye a comunicar, es un regulador mayor de su experiencia futura”.
Las características con las que debe contar el currículo actual, entre las que se encuentra la formación compleja, social, política y cultural; la contextualización de los procesos de formación; la flexibilidad; la coherencia con las políticas, la visión social y responde a las necesidades.
La enseñanza es un factor clave y crítico en el desarrollo de la sociedad toda vez que debe formar a los futuros ciudadanos y científicos (Driver, 1988) que se enfrentarán a los problemas de la realidad con una comprensión de estos “a partir de perspectivas tanto actuales como históricas” (Garret, 1987). Por ende, es fundamental que la educación sea asumida como un asunto de seguridad nacional o una política de Estado (Pilonieta, 2010)
La modificabilidad estructural cognitiva (MEC) y el modelo de la experiencia de aprendizaje mediado (EAM) resultan ser alternativas de gran impacto para el desarrollo de un currículo basado en la sociedad del conocimiento y el manejo de la información.
La teoría de la modificabilidad estructural
cognitiva (MEC)
Desde la concepción de Feuerstein la mediación del maestro y de la madre le facilita al niño, la niña y el joven el acceso al mundo cultural, histórico, científico, social y moral (Velarde, 2008)
Afirma Feuerstein (1970) que la MEC tiene un enfoque de modificación activa dirigida hacia el cambio del individuo y su adaptación al medio.
Feuerstein, Velarde (2008) “modificar los niveles cognitivos de esos niños, muchos de los cuales contaban ya con 14 años de edad y presentaban severas resistencias para adquirir aprendizajes complejos como la lectura”
La mediación o experiencia de aprendizaje mediado (EAM) es el principal instrumento del maestro en el desarrollo de los procesos de formación desde la perspectiva de la modificabilidad estructural cognitiva.
Vygostky (1985) constituye un aspecto relevante para la teoría de Feuerstein en lo que respecta a la mediación, pues esta corresponde al nivel de desarrollo potencial del sujeto, es decir, a la acción del mediador sobre el organismo y los estímulos.
Las funciones cognitivas para Feuerstein et al. (1994) son prerrequisitos de la inteligencia para que la información proveniente de las fuentes de estímulos sea tratada de forma adecuada y el organismo alcance la autorregulación.
Piaget (2005) en sus estudios cuando afirma que el hombre en el proceso de aprendizaje se modifica (acomodación), lo que presupone una adaptación que se asocia al sentimiento de satisfacción del sujeto.
Las operaciones mentales constituyen acciones específicas sobre la información y estas, desde la teoría de la modificabilidad estructural cognitiva, van desde la manipulación y la acción, pasando por la organización perceptiva y el manejo de las imágenes hasta el dominio del aparato simbólico (Bruner, 2004).
Feuerstein et al. (1994) incluyen como elemento que incide en la mediación del maestro los factores etiológicos distales de carácter exógeno, es decir, los estímulos ambientales, el estatus socioeconómico, el nivel educativo y la diferencia cultural.
Taba (1974), pasos para el diseño curricular en las siguientes etapas: reflexión y definición de los objetivos de la educación, diagnóstico, selección de experiencias, organización del contenido y del aprendizaje, evaluación de los resultados y definición del modelo de enseñanza y aprendizaje.
Se considera al hombre como un organismo abierto al cambio siempre y cuando exista una acción mediadora es adaptable a la noción de currículo propuesta en el trabajo toda vez que este supone un proceso de formación política y sociocultural contextualizado en un medio que, como ya se ha explicado, corresponde al de la sociedad del conocimiento caracterizada por el cambio permanente, la crisis y las transformaciones profundas.
Referencia APA
Avendaño, W. R., & Parada-Trujillo, A. E. (2013). El currículo en la sociedad del conocimiento (1.a ed., Vol. 16). Facultad de la Sabana. http://www.scielo.org.co/pdf/eded/v16n1/v16n1a10.pdf