A mediados del 2019 se registraron más de 6,7 millones de nuevos desplazamientos por fenómenos hidrometeorológicos como el ciclón Idai, en África suroriental; el ciclón Fani, en el sur de Asia; o el huracán Dorian, en el Caribe; y por las inundaciones en el Irán, Filipinas y Etiopía, lo que desencadenaron necesidades humanitarias y de protección.
Los desplazamientos de personas por efectos de los fenómenos y desastres relacionados con el clima son completamente diferentes.
Adicionalmente puede ocurrir un desplazamiento secundario, ya que la población de refugiados suelen alojarse en zonas críticas climáticas que de igual forma siguen expuestos a peligros repentinos y de evolución lenta.