La inflación es un fenómeno habitual en la economía, aunque debe estar bajo control. En períodos de bonanza los precios tienden al alza (por el incremento de la demanda), mientras que, por el contrario, en épocas de crisis los precios se contienen (o incluso bajan). Los Bancos Centrales de las principales zonas económicas, entre ellos, el Banco Central Europeo, tienen entre sus mandatos el de mantener una situación de estabilidad de precios, que se corresponde con una inflación cercana, pero inferior, al 2%.