La lengua materna es la que el niño aprende durante sus primeros años de vida, en el hogar, en contacto con su madre o de quien depende su crianza. Ésta es la lengua de comunicación en el seno de la familia. Por sus características, la lengua materna cumple, entre otras, con funciones educativas, afectivas y sociales; mediante ésta, las niñas y los niños codifican su entorno, nombran las cosas, aprehenden el mundo que les rodea, conocen la visión que su cultura tiene del mundo, se comunican con sus pares y mayores, aparte de integrarse a su cultura y comunidad.