Son actividades contraídas por corporaciones o gobiernos, para el desarrollo de nuevos productos y servicios, o mejora de los mismos. Las actividades de I+D comprenden dos modelos primarios que difieren de una institución a otra, o bien ingenieros que trabajan en colaboración directa en desarrollo de nuevos productos o bien los que trabajan con científicos de la industria dadas las investigaciones aplicadas en los campos de la ciencia y la tecnología. I+D se diferencia de la gran mayoría de las actividades corporativas en que no se intenta obtener beneficios inmediatos, y generalmente conlleva un gran riesgo e incertidumbre en el retorno de la inversión. Además I+D es crucial para extender las influencias de los mercados a través de la comercialización de nuevos productos.
Actividades que se centran sobre todo en numerosas y arduas investigaciones llevadas a cabo para generar nuevos conocimientos y avances que en un futuro podrán ser aplicados mejorando así la tecnología vigente y sobre todo produciendo un impacto económico muy favorable en aquel sector que lo desarrolle.
Por ello en cada una de las empresas que lo componen, se crea un departamento exclusivo de I+D, cuya misión es proporcionar soluciones de sistema innovadoras y tecnologías revolucionarias que reduzcan de forma significativa el tiempo de ciclo y el coste de desarrollo, mejorando así mismo su calidad y rendimiento.