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La colonialidad: la cara oculta de la modernidad - Coggle Diagram
La colonialidad:
la cara oculta de la modernidad
Para Toulmin, el trasfondo de la modernidad era el río humanístico que
discurre tras la razón instrumental. Para mí, el trasfondo (y la cara oculta) de la modernidad era la colonialidad. Lo que expongo a continuación es un resumen del trabajo que he
venido realizando desde entonces en colaboración con miembros del colectivo Modernidad/colonialidad
La tesis básica es la siguiente: la «modernidad» es una narrativa europea que tiene
una cara oculta y más oscura, la colonialidad
«la nueva sociedad
europea y sus colonias americanas tenían una base económica diferente» que consistía
en reinvertir los beneficios con el fin de incrementar la producción. Así pues, esta primera
transformación radical en el campo de la economía, que permitió a Occidente «reproducir sus recursos indefinidamente», suele asociarse con el colonialismo
En el año 1500, el antiguo Imperio romano se había convertido en el
Sacro Imperio Romano Germánico.
en el siglo xıv surgieron tres sultanatos. El sultanato
otomano de Anatolia, con su centro en Constantinopla; el sultanato safávida, con su
centro en Bakú, en Azerbaiyán, y el sultantato mogol formado a partir de las ruinas del
sultanato de Delhi, que había existido de 1206 a 1526
los incas del Tawantinsuyu y los aztecas de Anáhuac eran dos civilizaciones altamente desarrolladas cuando se
produjo la llegada de los españoles. ¿Qué ocurrió, entonces, en el siglo xvı que cambiaría
el orden mundial para transformarlo en el que vivimos hoy? Se podría explicar el advenimiento de la modernidad de una forma sencilla y general
Por un lado, está teniendo
lugar una globalización de la economía capitalista y una diversificación de las políticas
globales. Por el otro, estamos siendo testigos de una multiplicación y una diversificación
de los movimientos contrarios a la globalización neoliberal (por ejemplo, los contrarios al
capitalismo global).
hay una dimensión oculta de acontecimientos que estaban teniendo
lugar al mismo tiempo, tanto en el campo de la economía como el campo del conocimiento: la prescindibilidad de la vida humana (por ejemplo, los esclavos africanos) y de la
vida en general desde la Revolución Industrial hasta el siglo xxı
«una
de las consecuencias más importantes de la Revolución Gloriosa de 1688 [...] fue el
impulso que dio al principio de libre comercio [...]. La libertad concedida en el comercio
de esclavos solo difería de la libertad concedida en otros comercios en un detalle: la
mercancía era el hombre.»10 Así pues, tras la retórica de la modernidad había una realidad
oculta: las vidas humanas pasaban a ser prescindibles en aras de incrementar la riqueza,
y dicha prescindibilidad se justificaba a través de normalizar la clasificación racial de los
seres humanos.
la primera es la cara ibérica y católica,
con España y Portugal a la cabeza (1500-1750, aproximadamente); la segunda es la cara
del «corazón de Europa» (Hegel), encabezada por Inglaterra, Francia y Alemania (1750-
1945), y, por último, está la cara estadounidense liderada por Estados Unidos (1945-2000).
Desde entonces, empezó a desarrollarse un nuevo orden global: un mundo policéntrico
interconectado por el mismo tipo de economía
«¿Pueden pensar los asiáticos?» constituye, por un lado, una
forma de confrontar al racismo epistémico occidental y, por otro, una apropiación
desafiante e insumisa de la «modernidad» occidental: ¿por qué debería Occidente
sentirse amenazado por la apropiación asiática del capitalismo y de la modernidad si
dicha apropiación beneficiará al mundo y a la humanidad en general? –pregunta
Mahbubani