En términos generales, una disertación tiene ciertos elementos característicos:
Se desarrolla a partir de un tema de interés para el público receptor.
Se expone de manera metódica, con un ordenamiento coherente de ideas, puesto que se supone que estas han sido investigadas y desarrolladas con anterioridad y de manera profunda.
Aunque se trata de un tema puntual que ha sido objeto de estudio, la disertación debe transcurrir de manera fluida. No es deseable que imite la estructura de un discurso.
No en todas las disertaciones se esperan conclusiones, pero sí un llamado al debate y la reflexión.
Se puede apoyar en recursos técnicos siempre y cuando estos sirvan para entender mejor las ideas expuestas: video, audio, videollamada con algún experto en la materia, uso de elementos gráficos, demostraciones, etc.