La forma de relacionarse con las otras personas se modifica, el individuo empieza a priorizar relaciones mas intimas que ofrezcan y requieran de un compromiso reciproco, una intimidad que genere una sensación de seguridad, de compañía, de confianza.
Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad el aislamiento, situación que puede acabar en depresión.