La temática de esta encíclica, también tienen una vigencia extraordinaria. El hombre de empresa no puede permanecer indiferente los problemas de marginación y de miseria. Debe reconocer el nexo orgánico entre desarrollo, solidaridad y liberación, entendidas cristianamente. De ahí que los hombres de empresa tengan la obligación moral de construir una mejor sociedad, más justa, más solidaria, más humana a partir de la empresa. Los laicos
Hoy no podemos olvidar que nosotros somos los responsables de animar con el espíritu cristiano las realidades temporales.