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NUTRICION PARENTERAL CENTRAL - Coggle Diagram
NUTRICION PARENTERAL CENTRAL
La indicación de la NP esta indicada para aquellos sujetos que necesitan terapia nutricional (desnutridos y/o hipercatabolicos severos), que tienen un tubo digestivo no funcional y que no toleren los alimentación oral.
Indicaciones
Sujetos desnutridos o en riesgo de desnutrición, por un tiempo mayor a 7 días, que no logren un aporte suficiente o que tengan contraindicada, la alimentación por vía oral o enteral.
Algunas indicaciones especificas son:
Fístulas intestinales con alto reflujo.
Pancreatitis graves con íleo.
Enfermedades intestinales inflamatoria.
Disfución intestinal asociada a trasplantes o con mucositis y enteritis por quimioterapias.
Isquemia intestinal.
Síndromes de malabsorción graves.
Individuos con enfermedades digestivas graves como enteritis actínica.
Diarreas prolongadas de diversas causas.
Pacientes quirúrgicos complicados con íleo prolongado.
Cáncer
Estos pacientes conforman el mayor porcentaje de individuos que reciben NP a largo plazo.
Puede ser útil si presentan trastorno nutricional nutricional o si es previsible que el tratamiento antienoplásico provocará trastornos digestivos que duren más de una semana.
La NP no es un tratamiento para el cáncer, sino para la desnutrición coexistente, con mejoría parcial de la calidad de vida.
Enfermedad inflamatoria intestinal
La NP no debe ser usada como tratamiento primario para pacientes con enfermedad de Crohn.
Cuando se indica tiene el objetivo de mejorar un estado nutricio deficitario.
Si no es posible la alimentación enteral, debe indicarse la NP para preservar la masa corporal magra, más aún si se plantea una eventual resolución quirúrgica.
Síndrome de intestino corto
El uso de NP se plantea especialmente cuando los pacientes no pueden absorber una cantidad adecuada de nutrientes por vía oral, enteral o ambas.
En aquellos que tienen menos de de 60 cm de intestino delgado, la NP puede ser necesaria durante un periodo indefinido y es el tratamiento fundamental para estos pacientes.
La NP se plantea con el objetivo de lograr un adecuado grado de adaptación del intestino residual que esté recibiendo nutrición enteral y alimentación oral modificada.
Nutrición parenteral perioperatoria
En pacientes bien nutridos que tienen complicaciones posoperatorios que suelen vincularse con la falta de ingesta con la falta de ingesta más de siete a diez días.
Se recomienda en pacientes con desnutrición grave y en aquellos que se consideran que la cirugía no les permitirá recibir alimentación por boca durante un lapso de 10 días.
Pancreatitis
La NP se indica si el paciente presenta dolor abdominal, si hay ascitis o aumento de la amilasa sérica no aconseja la nutrición enteral.
Es frecuente que la NP se utilice en aquellos que cursan con una pancreatitis aguda y deben recibir algún tratamiento quirúrgico, que implican algún grado de íleo posoperatorio.
Enfermedades hepáticas
En pacientes con insuficiencia hepática avanzada, con trastorno nutricional importante, y hay un riesgo a la instalación de una sonda de alimentación por la presencia de varices esofágicas o bien presentan una ascitis de gran magnitud, que determina una mala tolerancia a la NE se recomienda la NP.
Pacientes graves
En pacientes quemados en quienes el tubo digestivo está utilizable pero la inestabilidad hemodinámica o la realización de numerosos aseos quirúrgicos (o ambos factores) obligan NP.
Trastornos de alimentación
Se indica en aquellos pacientes severamente desnutridos (pérdida de peso superior 30%) y que no pueden tolerar la nutrición enteral por diversas razones (incluyendo situación psicológica).
La nutrición debe ser progresiva con el objetivo de evitar el síndrome de realimentación.
Contraindicaciones
La más importante es tener un tubo digestivo funcional.
No debe indicarse cuando el pronostico del paciente por su enfermedad subyacente, no justifique ni recomiende este procedimiento invasivo, debido a los riesgos que trae la NP.
Consideraciones éticas
La NP debe ser considerada como una intervención invasiva, de alto costo y no exento de riesgos y complicaciones.
Deben contemplarse los conceptos de proporcionalidad, beneficencia y eficacia, y deben evaluarse tanto para indicar como para suspender la NP en pacientes terminales o morubundos.
Prescripción
Para iniciar la NP el paciente deber estar hemodinámicamente. Los desequilibrios hidroelectrolíticos y metábolicos graves.
Soluciones
Aminoácidos
Contienen todos los AA esenciales y no contienen glutamina. El aporte energético de los A es de 4 kcal/g.
Glucosa
Es la fuente energética de CHO empleada en NP. Su administración es variable, pero no debe ser mayor a 7g/kg/día. Aportes mayores producen hiperglucemia, esteatosis hepática y mayor demanda ventilatoria. Equivalencia calórica es de 3.4 kcal/kg.
Emulsiones de lípidos
Es recomendable como fuente de ácidos grasos esenciales y como fuente complementaria para evitar sobrecarga de glucosa.
Eletrólitos y minerales
Se dispone de soluciones de sales de cloruro y acetato de sodio y potasio, fosfato de potasio, gluconato de calcio, sulfato de magnesio, y ampollas de oligoelementos como zinc, cromo, cobre, selenio, hierro, etc.
Vitaminas
Las preparaciones para NP contiene todas las hidrosolubles y liposolubles a excepción de vitamina K. Esta debe administrarse en un esquema semanal por vía intramuscular.
Requerimientos nutriciones
Las demandas energéticas diarias están entre 20 y 30 kcal/kg.
En personas obesas para evitar una sobrecarga calórica se recomienda utilizar la formula de peso ajustado.
Las necesidades de AA varían entre 1 y 2 g/kg de peso al día.
La distribución de las calorías no proteicas deben ser entre 30 y 40% como lípidos y de 60 a70% como carbohidratos.
Particularidades de algunos nutrientes.
TCM y nuevas emulsiones de lípidos
Los TCM presentes en emulsiones de lípidos con TCL/TCM son de rápida oxidación, por lo cual disminuye el riesgo de hipertrigliceridemia.
Las emulsiones compuestas de aceite de soya, TCM, aceite de pescado y oliva permiten una administración más equilibrada de distintos ácidos grasos.
Suplementos de vitaminas y minerales
En pacientes gravemente desnutridos es conveniente aumentar el aporte de fosfato, magnesio, potasio, vitaminas y oligoelementos para evitar carencias por el síndrome de realimentación.
Los suplementos de zinc se recomiendan en pacientes con fistulas eterocutáneas o diarreas (15 mg/día/L de pérdidas intestinales).
Glutamina
Este AA es condicionalmente esencial en pacientes graves y tienen un papel importante en sostener la síntesis proteica en células de alto recambio y disminuir estrés oxidativo.
Se recomienda administrar en forma de dipéptido (alanina-glutamina), en dosis de 0.3-0.6 g/kg, en pacientes que tengan NP exclusiva.
Administración
Debido a su alta Osm, debe instalarse un catéter venoso central. La técnica más usada es la colocación por punción percutánea de la vena suclavia.
En caso de requerir NP prolongada, el acceso venoso debe hacerse mediante catéteres implantados o con reservorio.
La infusión se hace de manera continua durante 24 hrs, evitando manipulaciones de de la vía y favoreciendo la estabilidad metabólica.
La NP prolongada es recomendable administrarla de forma intermitente, de 8-14 hrs diarias, para reducir complicaciones hepáticas.