La primera epopeya de la que se tiene conocimiento proviene de la cultura sumeria. Su héroe guerrero y rey de la ciudad de Uruk es Gilgamesh, y en su relato surgen elementos de la tradición mesopotámica ancestral, como el diluvio universal o la búsqueda de la vida eterna, presentes también en otras tradiciones, como la bíblica. El poema de Gilgamesh se preservó en tablillas, mediante la escritura cuneiforme, y data del año 2750 a.C.