Y viceversa, una persona puede pensar críticamente sobre un texto, únicamente si lo ha comprendido. Se puede elegir el aceptar o rechazar, pero se debe saber por qué. Se tiene una responsabilidad no solo consigo mismo, sino con los demás, de identificar las cuestiones o problemas en los que se está o no de acuerdo. Solamente así se podrán entender y respetar los puntos de vista de otras personas. Para poder reconocer y entender esos puntos de vista se debe estar en capacidad de leer críticamente: solo cuando se comprende un texto en su totalidad, desentramando el mensaje implícito del contenido, más allá de lo literal, es posible evaluar sus aseveraciones y formarse un juicio con fundamento.