Ignora el estado interior de la persona (los sentimientos, los pensamientos y otros estados mentales como causas del comportamiento) y únicamente se concentra en lo que sucede cuando ejecuta cierta acción. Como no considera aquello que desencadena el comportamiento, no se trata, en sentido estricto, de una teoría sobre la motivación. No obstante, ofrece un medio sólido para analizar lo que controla el comportamiento y, por tal razón, es común que se incluya en los estudios sobre motivación.