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El Olfato y sus receptores. La historia de un Nobel - Coggle Diagram
El Olfato y sus receptores. La historia de un Nobel
Historia de un nobel
En 1962 James Watson y Francis Crick reciben un premio nobel por su trabajo sobre la estructura en doble hélice del ADN.
En 1980 Walter Gilbert y Paul Berg reciben un premio nobel por sus trabajos en la secuenciación del ADN.
En 1968 Har Khorana y Marshall Nirenberg reciben un premio nobel por el descubrimiento del código genético (ARN a proteínas)
En febrero del 2001 en la revista Science y Nature, se publica la secuenciación del Genoma Humano; gracias a esto se conoce el genoma del Homo Sapiens y de la bacteria Escherichia y la mosca.
En los años 80 se conoció la fisiología del olfato y se obtuvo y almacenó ADN de mucosa olfatoria.
En los años 90 se conocía la localización de la mucosa olfatoria en el techo de las fosas nasales, así como también el de las vías olfatorias.
Experimentos para descubrir el mecanismo del olfato
Observaron que el ARN obtenido del epitelio olfatorio de la rata tenía entre 70 a 200 genes, comparando con otros genes, se dieron cuenta que pertenecían a genes olfatorios.
Secuenciaron las proteínas de estos genes, en donde obtuvieron una serie de proteínas con 7 dominios transmembrana similares a la de los receptores adrenérgicos y colinérgicos.
La mezcla de estos ARN mensajeros de genes olfatorios se producía solo en células obtenidas de mucosa olfatoria, pero no de cerebro, riñón, hígado, etc.
Años 90 - Linda Buck y Richard Axel: El olfato estaba regulado por una superfamilia demás de 1.000 genes y las neuronas olfatorias expresaban sólo un tipo de receptor olfativo.
Teoría "de la llave y el candado": Cada receptor olfativo responde sólo a una o unas pocas sustancias olfatorias.
2001- Zozulya y Cols: Publicaron en la revista Genome Biology un estudio en el que describen que aunque existen más de 1000 genes sólo se expresan 347 proteínas receptoras del olfato
1996 - Luca Turnin: Publicó un artículo en al revista Chemical Senses en el que presentaba una hipótesis "vibratoria" del olfato en contraposición a la teoría de la "forma"
2004 - A. Keller y L.B Vosshall: Publican en la revista Nature Neurosciences un estudio en el que investigan en varias docenas de voluntarios cada uno de los puntos de a hipótesis establecida por Turnin. Concluyen que la hipótesis "vibratoria" no ha podido ser demostrada en población general.
4 de octubre, 2004 - Concesión del premio Nobel de Medicina o Fisiología a Linda Buck y Richard Axel.
Historia de un sentido
Nuestro olfato sufre una fase importante de aprendizaje hasta los 20 años, manteniéndose estable hasta los 40 años y empezando a decaer a partir de los 50.
Las mujeres tienen mejor olfato y al envejecer lo
pierden en menor grado que los hombres.
Las personas asocian determinados olores a situaciones específicas.
El olfato posee numerosas interconexiones
con los centros de la memoria y de las emociones
La pérdida del olfato puede ser causa de trastornos alimentarios, afectivos o de seguridad.
Principales causas de la pérdida olfatoria
Resfriado común, la inflamación de la mucosa nasosinusal, los traumatismos craneofaciales, el tabaquismo y las enfermedades neurodegenerativas.
Genética, medicamentos, cocaína, exposición a tóxicos y contaminantes, o los factores nutricionales.
Tras evolucionar en los peces, el olfato se separa anatómicamente del gusto en los anfibios hace 400 millones de años.
El olfato es el sentido más primitivo y el primero en aparecer en la escala evolutiva, representando durante millones de años una función relevante y vital para los organismos vivos.
La historia de este sentido empieza hace casi 3.500 millones de años cuando, durante la aparición de la vida en la Tierra, las primeras células desarrollaron ya un sentido químico para percibir la información que les llegaba de su entorno.
El olfato, junto a los otros sentidos, vela por nosotros dando a nuestro cerebro la información necesaria para movernos en el mundo que nos rodea