Grado de unión a las proteínas plasmáticas. Todos los fármacos se unen en mayor o menor proporción a las proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina, que constituye el 50% de las mismas. La unión del fármaco a las proteínas es un proceso reversible. Es importante considerar que la fracción del fármaco unida a las proteínas plasmáticas no puede atravesar las membranas biológicas debido a su gran tamaño molecular, y por lo tanto no se metaboliza, ni se excreta y por supuesto, no produce su efecto farmacológico. En cambio, la fracción no unida a las proteínas o fracción libre, se distribuye en todo el organismo, incluyendo el sitio previsto de acción, considerándose por tanto responsable de la acción farmacológica. Cuando los sitios de unión de las proteínas se saturan debido a una alta concentración del fármaco, existe una mayor concentración de la fracción libre del fármaco y por lo tanto se distribuye más rápidamente.