La incorporación del sujeto a la escuela será la ampliación de sus relaciones con los adultos y con sus compañeros, que se convierten en actores sociales con capacidad para intervenir en la consolidación, o en el cambio, de una imagen de sí mismo que había comenzado a fraguarse en el contexto familiar. Los demás escolares influirán decisivamente para el aprendizaje de los valores y actitudes, las habilidades sociales, el autocontrol, hábitos de comportamiento, etc.