Punto de vista oralista: los oralistas, siempre que haya posibilidad de lenguaje oral, se inclinan por esta forma exclusivamente, por pensar que el uso de un lenguaje gestual estructurado, que en un principio puede facilitar la comunicación, dificulta la evaluación natural del lenguaje oral que es mucho mas rico y será con el que tendrá que comunicarse, ya que la mayoría dela sociedad es oyente.
Cuando los sordos conocen por primera vez a una persona preguntarán por su nombre de pila y se esforzarán por pronunciarlo, pero pronto se fijarán en ella y le buscarán algún rasgo que sobresalga en su:
Físico, tal vez en una cicatriz, un lunar en la cara, una forma particular de andar, una sonrisa peculiar, etc.
En este momento cuando uno de los sordos busca un gesto en relación con esa particularidad encontrada, y dicha persona queda bautizada con un mote que rápidamente será conocido y divulgado por todos.
En el lenguaje de signos no existe diferencia en la práctica entre el sustantivo, adjetivo y verbo.
El lenguaje de signos suprime la mayoría de los nexos, convirtiéndose en un lenguaje telegráfico o, mejor aún, taquigráfico, cuya velocidad tanto sorprende al oyente.
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