La idea del mexicano tiene sentido a partir de que ésta permite, a su vez, la construcción de una patria. “ La patria, la raza, de las cuales participamos todos, nos obligan, por prescripción irrefragable, a prestarles culto, imponiéndonos su severa liturgia y consagrándonos en la ternura de su amor, definitivamente fieles… ¡ La patria ! ”