El esqueleto protéico de la gramicidina adopta una estructura secundaria denominada hélice beta 6-3, cuyo interior permite el paso de moléculas de agua de un lado a otro de la bicapa. Por ello, el dímero de gramicidina constituye un canal a través de la membrana, que permite el paso de iones H+, K+ o Na+ (efecto ionóforo). Los grupos hidrófilos de la gramidicina forman el canal, mientras que los grupos hidrófobos (las cadenas laterales) se sitúan exteriormente, lo que les permite interaccionar con las colas de los ácidos grasos de la membrana (también hidrófobas).
En este caso, podemos decir que la gramicidina, ya es un tejido, en los niveles de organización de los seres vivos.
Un tejido son aquellos materiales biológicos constituidos por un conjunto complejo y organizado de células, de uno o de varios tipos, distribuidas regularmente con un comportamiento fisiológico coordinado y un origen embrionario común.