El mantenimiento de los instrumentos de medición va muy ligado con la precisión de dicho instrumento, pues no es el mismo mantenimiento que se le da a una escuadra de albañil o carpintero, que una de un mecánico de precisión por ejemplo: En general hay que limpiar cada instrumento una vez finalizado su uso, algunos instrumentos hay que estarlos lubricando cada cierto tiempo para evitar su daño u oxidación. Hay instrumentos que traen su propio estuche para evitar los golpes o las inclemencias del tiempo, como humedad, polvo, entre otros. Otros instrumentos hay que estarlos calibrando cada cierto tiempo, para evitar errores en su lectura. Ejemplo: para medir la longitud de una pieza podemos usar una regla común de librería o algo más preciso como un pie de Rey, y ya aún más preciso un micrómetro. La regla no ocupa mayor mantenimiento; ya el pie de Rey y el micrómetro, no se pueden golpear, ambos instrumentos tienen sus propios estuches para su protección. En la parte eléctrica los instrumentos de medición son mucho más delicados, por lo que son más caros, todos traen su estuche para protegerlos de los golpes o el ambiente, inclusive ya algunos de mucha precisión hay que estarlos calibrando cada cierto tiempo.