Un rayo de luz solar al incidir en el punto A de la gota de agua se refracta. Al dispersarse, el rayo violeta se desvía más que el color rojo. La luz refractada, habiendo sufrido una primera dispersión, incide en el punto B y sufre reflexión total, siendo nuevamente refractada a la región C, de manera que los rayos rojos, anaranjados, amarillo, verdes, azules, añiles y violetas se propagan en direcciones diferentes (con diferentes ángulos), así, cada gota produce un espectro de todos los colores .