En nuestro Informe de Investigación (BOLIVAR, 2003) aparece cómo el profesorado se siente "vulnerable" en su trabajo, como modo de vivenciar las relaciones con otros actores en la escuela y sociedad; lo que implica un sentimiento de que la identidad profesional y la integridad moral están siendo cuestionadas.La triangulación de narrativas de vida, personales y colectivas, se ha mostrado como una estrategia relevante para comprender las "geografías emocionales" (HARGREAVES, 2001) en las interacciones cotidianas del profesorado. Su conocimiento permite reimaginar líneas para (re)construir las identidades en crisis, rediseñando los contextos de trabajo, en modo que permitan suturar las identidades rotas.