Las tecnologías pueden desempeñar tareas cognitivas que antes sólo podían realizar los humanos; los robots y sistemas inteligentes pueden ahora responder preguntas, interpretar voces, conducir vehículos, atender clientes telefónicamente o a través de sistemas de chat (chatbot), realizar diagnósticos médicos, armar los pedidos para despachar a los clientes, asesorar en temas financieros y jurídicos, recibir huéspedes en los hoteles.