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BATALLA DE SALAMINA - Coggle Diagram
BATALLA DE SALAMINA
CONTEXTO HISTORICO
El primer intento en 490 a.C., conocido como la Batalla de Maratón, había fracasado. Aunque los persas tenían un ejército de invasión superior, fueron derrotados por una infantería griega bien capacitada que los obligó a replegarse.
Al mismo tiempo fortaleció la flota naval para que estuviera preparada para repeler una eventual ofensiva persa. Desde hacía años los reyes persas querían poner pie en el continente europeo.
La figura política dominante en aquellos años era el estratega militar Temístocles (aprox. 525 a.C.-459 a.C.). Ya desde el año 490 a.C. había comenzado a construir una muralla en torno a Atenas y el puerto de El Pireo.
AVANCE PERSA
Temístocles había visitado el Oráculo de Delfi que le había dicho la siguiente frase: “¡Busca protección tras murallas de madera!”
Ello que fue interpretado por Temístocles como que los griegos debían buscar el combate naval para entonces buscar refugio tras las paredes de madera de sus embarcaciones.
Cuánta razón tenía Temístocles en su estimación de que las fuerzas persas eran invencibles en una batalla en tierra.
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Quedó demostrado poco después, en la Batalla de las Termópilas, donde después de cinco días los persas derrotaron a los espartanos.
LA BATALLA
El otro flanco, dirigido por los espartanos, se colocó a la derecha de la ciudad, en una bahía en la que quedaban ocultos a la vista de los persas.
Temístocles ordenó a los barcos del flanco izquierdo izar velas y fingir que huían hacia la bahía de Eleusis, donde al final se encontraba la división egipcia de la flota persa.
Temístocles desplegó la flota griega en dos flancos. Un flanco dirigido por los atenienses se posicionó a la izquierda de la ciudad de Salamina, a la vista de la gran flota persa.
En su momento de mayor vulnerabilidad, el ala derecha de la flota griega salió de su escondite y atacó por sorpresa a la flota persa.
Al mismo tiempo, el flanco izquierdo griego viró repentinamente para ponerse cara a cara con la flota persa.
De esta manera, los griegos consiguieron tender una emboscada a la flota persa, incapaz de defenderse adecuadamente e incapaz de huir.
Al criarse cerca del mar, la mayoría de los griegos que participaron en la batalla sabían nadar y podían salvarse. Por el contrario, la mayoría de los marineros de Jerjes no sabían, y cuando cayeron al mar se acabaron ahogando.
CONCLUSIÓN
Gracias a las fuentes de conocimiento, sabemos que los persas vieron hundirse al menos a la mitad de su flota.
En el otro lado de la balanza, las pérdidas de los griegos superaron por poco el 10%.
Lejos de reconocer el enorme error que había cometido, Jerjes echó la culpa a sus capitanes de naves fenicios.
Acusándolos de cobardía, los ejecutó a todos, privándose así en el futuro del apoyo naval de Fenicia.
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