Los siguientes tres protocolos son bidireccionales y pertenecen a una clase llamada protocolos de ventana deslizante. Los tres difieren entre ellos en términos de eficiencia, complejidad y requerimientos de búfer, como veremos más adelante. En ellos, al igual que en todos los protocolos de ventana deslizante, cada trama de salida contiene un número de secuencia que va desde 0 hasta algún número máximo. La esencia de todos los protocolos de ventana deslizante es que, en cualquier instante, el emisor mantiene un conjunto de números de secuencia que corresponde a las tramas que tiene permitido enviar. Se dice que estas tramas caen dentro de la ventana emisora. De manera similar, el receptor mantiene una ventana receptora correspondiente al conjunto de tramas que tiene permitido aceptar. La ventana del emisor y la del receptor no necesitan tener los mismos límites inferior y superior, ni siquiera el mismo tamaño. En algunos protocolos las ventanas son de tamaño fijo, pero en otros pueden aumentar o reducir su tamaño con el transcurso del tiempo, a medida que se envían y reciben las tramas.
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