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De "sirvientas" y eléctricos servidores, SEBASTIÁN PORRAS RINCÓN…
De "sirvientas" y eléctricos servidores
En Argentina, la figura de la empleada domestica y de los "eléctricos servidores" tuvieron un papel especialmente notable en la promoción del consumo de artefactos para el hogar.
Las transformaciones en la estructura de la vivienda y en la provisión de servicios, así como la introducción
de nuevos artefactos al hogar, marcaron profundas transformaciones en las formas, el tiempo y el esfuerzo implicados en el trabajo domestico.
La recurrencia de la imagen de los artefactos que reemplazan la mano de obra humana no fue acompañada de la desaparición de este tipo de trabajo, aunque si de cambios intensos en el trabajo domestico.
La mecanización del
trabajo (y del servicio) domestico.
En los años 40 describían la escasez de servicio domestico y un proceso de modernización que suponía la mecanización del trabajo del hogar y la consecuente desaparición del servicio domestico.
El servicio domestico era presentado como un lujo que solo algunos podían darse.
Los académicos sostenían que en tanto existieran ricos y pobres el servicio domestico no desaparecería, ya que era un elemento de distinción.
Gracias a los modernos artefactos, los "sirvientes" de carne y hueso eran obsoletos: también en el hogar las máquinas remplazaban al trabajo humano.
La figura de empleada domestica en la publicidad como signo de clase dentro del mundo domestico otorgaba estatus al producto promocionado.
La figura de los "servidores" prometía un mundo tecnificado y sin esfuerzo. Vendiendo el beneficio asociado al producto, mas que el producto en si mismo.
La "fidelidad" y "seguridad" adquirieron una connotación particular en el contexto local: a diferencia de las empleadas domesticas, los "eléctricos servidores" estarían siempre presentes, siempre disponibles.
La sanción del estatuto del servicio domestico y la creación del tribunal de trabajo domestico en 1956, marcó una transformación en la imagen de las trabajadora vistas a partir de entonces como "amenaza".
La desaparición del servicio domestico se asociaba a un nuevo papel que las amas de casa debían ganar en el hogar, que realizaba las tareas domesticas por si misma.
La mecanización de las tareas del hogar se asociaba a las masculinidades domesticas y la americanización de la vida familiar.
La humanización de los eléctricos servidores.
La apelación a la figura del servicio domestico y de la "sirvienta" fue recurrente en publicaciones de artículos para el hogar.
A pesar de ser graficadas como entes independientes, cocina y cocinera remiten, sin embargo, a un mismo significado: la cocinera es en definitiva la cocina.
La personificación de la cocina y su identificación con una empleada domestica puede rastrearse para describir la cocina promocionada.
Rapidas
Eficientes
Económicas
Prestan incomparables servicios.
El recurso de personificación de los artefactos se utilizó además con la identificación con el ama de casa.
Su personificación redundaba en situar una mujer en el espacio domestico en un momento en que se observaba su progresiva ausencia de él.
El trabajo domestico era responsabilidad femenina: si la empleada domestica "reemplazaba" al ama de casa el artefacto domestico cumplía la misma función.
La humanización de los artefactos busca interpelar al ama de casa, para que se identificara con el modelo de domesticidad centrado en el consumo de nuevos artefactos.
Podrían prescindir de las "sirvientas y, sin embargo, tener tiempo para descansar o atender a los suyos.
La humanización de los artefactos prometía servidores sobre quienes la reina del hogar ejercía su dominio.
Estatus.
Distinción.
Bienestar.
En las décadas centrales del siglo se otorgó relevancia pública al ama de casa como consumidora.
Los nuevos objetos fueron investidos de sentidos que hicieron deseable su consumo.
Conclusiones
Las décadas centrales del siglo XX fueron escenario de fuertes transformaciones en la vida cotidiana, vinculadas a la tecnificación del trabajo domestico, así como a la extensión y diversificación del consumo.
El hecho de que el estado apareciera como garante de los derechos a las trabajadoras generó una serie de ansiedades que permitieron el surgimiento de un ideal de mecanización, en el que serian superados el trabajo humano y los conflictos laborales, a través del uso de los "eléctricos servidores".
La extensión de la masculinidad domestica y el crecimiento en el mercado de trabajo de las mujeres casadas de clase media, tensionaron los lugares tradicionalmente asignados a mujeres y varones surgidas de un progresivo acercamiento al
american way of life
.
SEBASTIÁN PORRAS RINCÓN
202025933
ESCRITURA UNIVERSITARIA II