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HISTORIA OFICIAL O APOLOGISTA - Coggle Diagram
HISTORIA OFICIAL O APOLOGISTA
Los partidarios de Díaz se dieron a la tarea de construir y proyectar, desde las páginas de los periódicos.
CONTRAHISTORIA
La no reelección fue un principio que el mismo Díaz repudiaría, unos años más tarde.
Díaz y sus correligionarios tras el triunfo de la causa tuxtepecana, se han caracterizado por el uso de la violencia como estrategia de gobierno.
Se le equiparaba con el héroe más distinguido del ideario mexicano, con el “Padre de la patria”: Hidalgo.
La concepción del término dictadura, en el sentido de su definición en los diccionarios, no varió mucho a lo largo de la segunda mitad de la centuria decimonónica.
Caricaturas profundamente invectivas. En ellas, en particular en las publicadas a partir de 1876, se acusaban y denunciaban los supuestos métodos y resultados de las acciones de Díaz y de sus aliados.
HISTORIA CÍNICA
Se inspira en Diógenes un filosofo griego que no creía en nada y dudaba de todos.
Se hizo la historia por defender intereses y conveniencia.
No hay benefactores de la patria.
La gente de izquierda desmitifica lo de la derecha.
El Ahuizote era un semanario satírico que desde 1874 había hecho una feroz campaña contra la administración lerdista.
La imagen de Díaz fue como la de un líder político, defensor del pueblo y de la patria.
Hacia fines del gobierno de Díaz los correligionarios del presidente aún recurrirían al uso de la gráfica para exaltar su figura, para pintarlo como el héroe de la nación, como el destacado estadista que había logrado posicionar a México.
El culto a la autoridad presidencial también se construyó por medio de otros recursos, como la celebración de desfiles y la realización de fiestas cívicas.
Lo que pronosticaban era el principio de una etapa de gobierno que cancelaba toda esperanza de paz, de desarrollo, de progreso, de independencia.
La concepción del término dictadura, en el sentido de su definición en los diccionarios, no varió mucho a lo largo de la segunda mitad de la centuria decimonónica.
El uso a conveniencia de la fuerza de las armas puede no hacer de Díaz un dictador, pero sí lo define como el representante de un régimen autoritario y, conforme se prolongó su estadía en el poder, cada vez más insensible a los problemas sociales y las demandas populares