Si se le diagnosticaba lepra, se realizaba una procesión, se le acostaba ante el altar, se entonaban cantos funerarios y se le vestía con el traje de Lázaro.
Antes de abandonar la iglesiael sacerdote le imploraba: «Ahora mueres para el mundo, pero renaces paraDios».
Si el enfermo estaba casado, su matrimonio se consideraba disuelto y sus bienes pasaban a manos de sus parientes o de la Iglesia.
expulsada de la sociedad y condenada avivir extramuros.
el leproso era un pecador reprendido por Dios a tiempo, que estaba muerto envida, pero que tenía la oportunidad de redimir su alma