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Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad - Coggle Diagram
Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad
Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años de edad y, en algunos niños, se notan a partir de los 3 años de edad.
Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta.
Falta de atención predominante. La mayoría de los síntomas corresponden a la falta de atención.
Conducta hiperactiva/impulsiva predominante. La mayoría de los síntomas son la hiperactividad e impulsividad.
Combinado. Esta es una mezcla de síntomas de falta de atención y síntomas de hiperactividad/impulsividad.
Afecciones coexistentes
El TDAH no causa otros problemas psicológicos o de desarrollo. Sin embargo, los niños con TDAH son más propensos que otros a tener afecciones como:
Trastorno de oposición desafiante, generalmente definido como un patrón de comportamiento negativo, desafiante y hostil hacia las figuras de autoridad
Trastorno de conducta, marcado por un comportamiento antisocial, como robar, pelear, destruir propiedad y hacer daño a personas o animales
Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, caracterizado por irritabilidad y problemas para tolerar la frustración
Discapacidades de aprendizaje, incluidos problemas con la lectura, escritura, comprensión y comunicación
Trastornos por abuso de sustancias, incluidos drogas, alcohol y tabaquismo
Trastornos de ansiedad, que pueden causar preocupación y nerviosismo abrumadores, e incluyen el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Trastornos del estado de ánimo, incluidos depresión y trastorno bipolar, que incluye depresión y comportamiento maníaco
Trastorno del espectro autista, una afección relacionada con el desarrollo cerebral que afecta la forma en que una persona percibe y socializa con los demás
Tic nervioso o síndrome de Tourette, trastornos que involucran movimientos repetitivos o sonidos no deseados (tics) que no se pueden controlar fácilmente
Falta de atención
Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes características:
No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares
Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos
Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente
Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares
Tiene problemas para organizar tareas y actividades
Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar
Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices
Hiperactividad e impulsividad
Un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e impulsividad a menudo presenta las siguientes características:
Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento
Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones
Está en constante movimiento
Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas
Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas
Habla demasiado
Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas
Tiene dificultades para esperar su turno
Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo del trastorno por déficit de atención/hiperactividad se pueden incluir:
Familiares consanguíneos, como padres o hermanos, con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro trastorno de salud mental
Exposición a toxinas ambientales, como el plomo, que se encuentra principalmente en la pintura y las tuberías de edificios antiguos
Consumo de drogas, consumo de alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo
Nacimiento prematuro
Aunque popularmente se sospecha que el consumo de azúcar causa hiperactividad, no hay pruebas confiables que lo confirmen.
Prevención
Durante el embarazo, evita cualquier cosa que pueda dañar el desarrollo fetal. Por ejemplo, no bebas alcohol, no uses drogas recreativas ni fumes cigarrillos.
Protege a tu hijo de la exposición a contaminantes y toxinas, incluido el humo del cigarrillo y la pintura con plomo.
Limita el tiempo frente a las pantallas. Aunque todavía no se ha comprobado, puede ser prudente que los niños eviten la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos en los primeros cinco años de vida.