Los introvertidos son retraídos y, con frecuencia, tímidos, y tienden a concentrarse en sí mismos, en sus ideas y en sus sentimientos. por el contrario, es una actitud típica que se caracteriza por la concentración del interés en un objeto externo. Los extravertidos se interesan por el mundo exterior de la gente y de las cosas, tratan de ser más sociables y de estar más al tanto de lo que pasa en su entorno.