Tras el despalillado, el proceso continúa con el estrujado de la uva, es decir, el momento en que se rompen los granos para comenzar a extraer el mosto. Es lo que antiguamente se conocía como el “pisado” de la uva, que ahora se realiza en modernas máquinas que permiten liberar el zumo, causando el menor daño posible, es decir, sin romper la pepitas
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