Smith consideraba a la tierra como factor de producción, cuya contribución era un don de la naturaleza, que permitía generar un excedente, con respecto a los costos de producción, por la capacidad de producción de la tierra. En este sentido de espacio se concebía inicialmente como un sitio de producción agrícola, que se distinguía por sus atributos productivos, lo que permitía generar la renta, la cual era apropiada por el propietario de la tierra.