Una vez que la dirección ha definido sus unidades estratégicas de negocios, debe decidir cómo asignará los recursos corporativos a cada una. La matriz de GE/McKinsey clasifica cada UEN por la extensión de su ventaja competitiva y el atractivo de su sector. La dirección puede decidir crecer, “cosechar”, sacar dinero o mantener un negocio. La matriz de crecimiento-participación de BCG utilizó la participación de mercado relativa y la tasa anual de crecimiento de mercado como sus criterios adecuados para tomar decisiones de inversión, clasificando a las UEN como perros, vacas lecheras, interrogantes y estrellas. Este tipo de modelos de planeación de carteras ha perdido popularidad, pues se piensa que simplifican demasiado y son subjetivos.