Pasa a elogiar la vida ejemplar de su padre y a hablar en concreto de su muerte, que don Rodrigo acepta con resignación cristiana. Gracias a estas virtudes, don Rodrigo alcanza la vida eterna y la vida de la fama porque vivirá en la memoria de todos los que le conocieron. Aquí podemos apreciar el ideal humanista y renacentista de la perduración. Por este motivo, las Coplas ilustran magistralmente el final de una época, la Edad Media, y el principio de otra, el Renacimiento