Sigmund Freud introdujo tempranamente en su obra el concepto de defensa. En 1895 en su trabajo, “El Proyecto de una Psicología para Neurólogos”, él propuso que la defensa primaria tenía como función" evitar el desprendimiento de dolor, o displacer” (Freud, S. 1895), y también" y para evitar el desprendimiento de displacer, su comienzo sería para el Yo la señal para emprender una defensa normal”