Por un lado, hay que liberar las personas líderes en la organización que están absorbidas en el desarrollo diario de la organización para crear, descubrir, implementar cosas nuevas. No se puede exigir a un líder que asegure simultáneamente el mantenimiento del pasado y la creación del futuro. Por otro lado, hay que estar receptivo a abandonar actividades que aparentemente siguen siendo un éxito. Por norma, mantener la producción de mercancías que creemos que aún "tienen algunos años de vida", o que cuyo costo ya está económicamente pagado, solamente significa aplazar crear nuevas mercancías más lucrativas y ser sobrepasado por la competencia.