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La pulsión en Freud ¿un concepto superado? - Coggle Diagram
La pulsión en Freud ¿un concepto superado?
La pulsión en Freud
Consideró la pulsión como un estímulo interno (somático), por tanto, diferente de los estímulos externos que son captados por los órganos de los sentidos.
Pero distinto también de necesidades endógenas como el hambre o la sed.
Las pulsiones sexuales a las que se refirió Freud principalmente fueron
La pulsión de ver
La de apoderamiento
La anal
La uretral
Las características de la pulsión
En su obra Pulsiones y destinos de pulsión (Freud, emprendió esta caracterización
2) el esfuerzo constante, que es la medida de trabajo que exige al sujeto, en tanto su producción constante lleva a que sea necesaria su tramitación.
1) la fuente, que es somática (biológica)
3) el objeto, que es lo más variable, pues la sexualidad puede satisfacerse en una multiplicidad de objetos.
4) la meta, que sería la descarga o satisfacción, lo que no significa que se logre siempre.
El concepto de pulsión freudiano sea adoptado en la literatura psicoanalítica actual, lo que muestra la importancia que todavía reviste.
Jacobo (2010)
Estudia específicamente el concepto de pulsión de muerte y cómo se expresa en la infancia, asociado con el terror.
Solares (2011)
Aborda la tensión entre pulsión de vida y pulsión de muerte y se pregunta si, en los tiempos actuales, es posible lograr la paz.
Bilbao y Henríquez (2017)
Intentan trasladar el concepto de pulsión de su campo de origen a un estudio de la noción de vida en el siglo XIX,
Sopena (2001)
Quien propone que no existen dos pulsiones opuestas (muerte y vida) sino una dualidad en el campo mismo de la sexualidad, que puede aparecer regulada (vida) o caótica y destructiva (muerte).
Arias y Landaeta (2016)
Hacen un interesante análisis de la pulsión de muerte y su
relación con la política.
(Lacan, 1977)
La pulsión se relaciona con un montaje o circuito significante (de allí su carácter repetitivo), pero conservando un resto que queda por fuera.
La pulsión: ¿somática o psíquica?
El ser humano, en tanto que habita el lenguaje, es decir, en la medida en que despliega su ser a través de imágenes del mundo lingüísticamente articuladas que constituyen formas de vida.
Tiene dos facetas desde las cuales puede ser abordada dependiendo del privilegio que se le otorgue a cada una de ellas
Faceta biológica, poco explorada por los psicoanalistas
Faceta psíquica, que, no obstante, es expresión de un real biológico no simbolizable plenamente.
La pulsión: de nuevo orgánica
Planteó nuevas ideas sobre la pulsión, apoyándose en las investigaciones biológicas de la época.
Y más adelante:
Si nos es lícito admitir como experiencia sin excepciones que todo lo vivo muere, regresa a lo inorgánico, por razones internas, no podemos decir otra cosa que esto: la meta de toda vida es la muerte
¿Es posible reprimir la pulsión?
Si la pulsión es orgánica, en ella no opera la represión
(aunque pueda ser restringida o sofocada)
Pero si es una representación (agencia
representante) de estímulos endógenos, sí es posible
¿Tendencias o pulsiones?
La clasificación dualista a la que finalmente llegó Freud al dividirlas en pulsiones.
Pulsiones de vida (Eros), Pulsiones de muerte (Thánatos).
Refiere a la cohesión, lo que reúne y, sin embargo, no siempre los procesos de cohesión son compatibles con la vida o, en ocasiones, están más cercanos de la destrucción.
Existen entonces cuatro tendencias básicas: Eros (atracción, agregación, unión), Thánatos (separación, repulsión, desagregación), Logos (articulación) y Ananké (conservación, repetición)
Luz Delia Mestas Paucar - PSICOLOGÍA V-1
