El condicionamiento operante es un proceso muy diferente, a
través del cual la persona maneja de manera eficiente el ambiente
nuevo. Muchas cosas que forman parte del ambiente, tales como el
alimento, el agua, el contacto sexual y el escape del peligro, son importantes para la supervivencia del individuo y de la especie, y
cualquier comportamiento que las produzca tiene consiguientemente un valor de supervivencia. A través del proceso
de condicionamiento operante, el comportamiento que tiene esta clase de consecuencia llega a tener mayor probabilidad de
ocurrencia. Se dice que el comportamiento se fortalece por sus
consecuencias, y por esa razón a las mismas consecuencias se las llama «reforzadores» Se
tiene la sensación de que el comportamiento operante está bajo el control de la persona que se comporta, y tradicionalmente se le ha
atribuido a un acto de voluntad