El aborto voluntario comprende dimensiones varias: salud pública, problemáticas socioeconómicas, posiciones filosóficas y religiosas, derechos humanos, la subjetividad de la mujer, etc. Del mismo modo, al darse en la clandestinidad, lo cual vincula condiciones de inseguridad, conlleva a un contexto productor de significados, vivencias, reacciones emocionales, etc. que determinan esta práctica y construyen subjetividad.
La complejidad de este fenómeno obliga a tener que ser examinado a través de un abordaje múltiple, inter y transdisciplinario, con el fin de articular los hallazgos y reflexiones de distintos campos y paradigmas, y ponerlos en diálogo. Así, se reduciría el efecto simplificador de discursos, teorizaciones, etc. basados en una sola variable, cuyas consecuencias afectarían a las mujeres que arriesgaron sus vidas y su salud con dicha práctica.