Las relaciones interespecíficas más habituales son mutualismo, simbiosis, depredación, parasitismo, comensalismo y competencia. Tanto en mutualismo como en simbiosis todos los
individuos obtienen un beneficio, con la única diferencia de que la segunda es más concreta y específica que la primera. En la depredación y el parasitismo uno de los individuos sale
beneficiado y otro sale perjudicado. Se diferencian en que, en la depredación, el organismo
perjudicado muere para que el beneficiado se alimente, mientras que, en el parasitismo, el
parásito intenta no matar al hospedador para poder aprovecharse el máximo tiempo posible de él.